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jueves, 2 de junio de 2022

Boquerones veganos en vinagre (tempeh macerado!)

Parecía que nunca iba a llegar el día de retomar este blog, pero aquí estoy! Una nueva maternidad y más de 2 años después parece que voy a sacar tiempo para publicar esta receta. Y es que es una de tantas que he dicho más de una vez que debería subir al blog... Pero como era una receta que mantenía para casa la preparaba, lo pensaba, la comía y me olvidaba. Así hasta la siguiente vez.

Justo el otro día coincidió que vinieron unos amigos a cenar y yo tenía una barra de tempeh en casa... de las que me gustan para preparar estas "anchoas"! Y en concreto a esta pareja me encanta prepararles platos tradicionales versionados para que sean veganos. A ellos les encantó... y a mi grupo de amigas gordivegans, a las que se lo conté, también les gustó la idea y me pidieron la receta. Así que dije, por qué no escribirla una vez más, y por fin tenerla aquí para quien la quiera (y para mi propio recetario online :D)?

Así que, he aquí mi receta de "boquerones" veganos, o anchoas, como las hemos llamado siempre en casa. Esta receta surge de mi afán por veganizar/vegetarianizar platos tradicionales. Siempre había visto este plato con calabacín, pero la verdad es que no había llegado a probarlo. Y no recuerdo bien por qué pensé en probar con el tempeh de soja. Probablemente porque había comprado una barra enorme, y unido al color, posibilidad de corte fino y textura, me pareció que podía ser adecuado. Amén de que es muy típico marinar este alimento... Así que decidí probar a sustituir las anchoas por él, y ¡me encantó! 

Os dejo la receta, que es súper sencilla. En mi caso el marinado es el que se ha hecho en mi casa toda la vida, el de mi abuela... Añadiendo el toque del alga para que le dé cierto sabor a pescado. Es diferente a los boquerones en vinagre de los bares. Para mí, el sabor es espectacular. Aunque el sabor y textura no son exactamente iguales, si cierras los ojos o te centras únicamente en el bocado, en saborearlo, en notar su textura... A mí me evoca totalmente estar comiendo anchoítas de las de mi yaya.

Diré también que al tiempo probé esto mismo con calabacín y, después de haber probado con tempeh, para mí no hay color. 

Otra anotación: Usa tempeh de soja. En general me gusta más el de garbanzos, pero para esta receta el ideal es la barra de tempeh de soja, la que es redonda y viene en un paquete de 500g. Sólo conozco la de la marca Vegetalia, no sé si habrá más! Y no es por hacer publi, que con publicaciones cada 2 años difícilmente me van a pagar nada xD

Última cosa antes de la receta: Me preguntaron si hervía el tempeh antes y mi respuesta fue que no, pero me dio la idea de que quizás es interesante para la textura. Aún así no he probado, meter pasos adicionales hace que esta receta pierda sencillez... y de por sí ya tienes que dedicarle un rato con un resultado muy bueno. Pero si os animáis, ya contaréis :D

 

Veggie anchoas en vinagre (receta de mie abuela!

Ingredientes:

- 1 barra de 500g de tempeh de soja (valdría cualquiera, pero a mí es con la que he probado y más me ha gustado. Ya no hago más pruebas, siempre repito)

- 2 dientes de ajo

- 1 manojo de perejil fresco

- Vinagre de vino

- AOVE (Aceite de oliva virgen extra)

- Sal

- Alga nori picada (molida)

Opcional: Aceite de lino 



Preparación:

Sólo hay que cortar el tempeh en lonchas finas, de unos 1,5-2mm (grosor similar a la anchoa), y después partir estas lonchas en 4 trozos de tamaño similar. 

Déjate preparados los ajos laminados, el perejil listo para cortar (o cortado ya), el alga molida, la sal, y el vinagre y aceite abiertos. Ahora sólo queda empezar a poner capas sucesivas: capa de tempeh, sal (poquita), alga, chorretazo de vinagre, chorro de AOVE, algún trozo de ajo y perejil troceado repartido por toda la capa. Y volver a colocar otra capa similar, y otra, y otra... Según la cantidad que quieras hacer. 

Por si no lo sabes, el alga nori es un recurso que se utiliza mucho para dar sabor a pescado en los platos veganos. Yo tengo preparado un bote y voy gastando de ahí. Sería coger las algas tal cual (son las láminas que se usan para hacer sushi), tostarlas un poco y luego triturar. Si tienes algún paquete que por lo que sea se ha chafado un poco y se han roto las láminas sería ideal para este tipo de uso.

Es importante que cada capa de tempeh se recubra con el vinagre y el aceite, así que no dejes mucho espacio entre "anchoa" y "anchoa". Si tienes aceite de lino le puede ir bien para el sabor a pescado. Ésta es una introducción reciente que he hecho, pero mi receta original iba sin él. Si lo usas, combínalo con el AOVE o échale una chorrada final para que se mezcle en el marinado. 


 

Para mi gusto, el marinado óptimo es de 24h, pero si las tomas después siguen estando ricas. También si les metes algún bocado antes de esas 24h... pero deja que marinen un poco para el sabor. De vez en cuando puedes aprovechar para "agitar" o mover con cuidado el recipiente en el que estén, ya que la última capa queda menos cubierta. No deja de ser tempeh en aceite, así que aguanta bien varios días, aunque por el sabor yo no lo dejaría más de 2-3. Creo que es mejor hacer menos cantidad y reutilizar el aceite sobrante cuando se coman. Así puedes volver a hacer otra vez anchoitas con el tempeh que haya sobrado de la barra y no se gasta tanto aceite.

Y ya está... ¡Ahora a disfrutar!

Si te gusta y quieres hacer algún comentario, fantástico. O dudas. Aunque yo no escriba posts me llegan las publicaciones y las contesto :)

Enjoy!





lunes, 8 de abril de 2019

Galletas de avena (veganas)


Hace un año escribía que ahora que soy mamá estaba intentando sacar tiempo para preparar cositas caseras, pero no tuve en cuenta que ese tiempo libre se iba en tantas cosas que luego me he pegado otro año entero sin publicar... ¡Literal! Y ha sido casualidad lo de la fecha, pero aquí estamos un 8 de abril aprovechando la noche para escribir :D

Es verdad que intento sacar tiempo (las ganas no me suelen faltar, aunque a veces me puede el cansancio) para meterme en la cocina, ya que me parece una manera muy buena de cuidar a mi familia y de cuidarme yo. Algunas de estas veces me dedico a preparar "dulces saludables" (sí... esto que se ha puesto tan de moda), y es que últimamente me apetece mucho el dulce y también me gusta ir variando los desayunos sin recurrir a los azúcares refinados o sabores industriales. Una de las recetas que me encanta volver a hacer una y otra vez es la que os traigo hoy, que al menos a mí me resulta adictiva. Es muy fácil de preparar la masa y un pelín rollete de cocinar, pero con lo ricas que están después estas galletas compensa. La receta original la vi hará un par de años en el blog Delantal de Alces, y tras algunos cambios aquí os dejo mi versión. Reducir el azúcar con respecto a la receta original para mí es indispensable, pero todo depende de cada paladar... De verdad que para mí así están perfectas. Con la harina refinada están tremendas, pero con la harina integral sigues comiendo una y queriendo comer otra y otra y otra... ¡Así que espero que tengáis un horno grande para que podáis hacer una buena tacada! 

INGREDIENTES 

225 gr. de copos de avena finos (también valen los enteros)
250 gr. de harina integral de trigo
80 gr. de azúcar moreno (tengo que probar alguna vez con azúcar de coco, con menor índice glucémico)
170 gr. de aceite de girasol
90 ml. de agua
4 gr. de levadura royal
1 c.c. de sal

PREPARACIÓN

1) En un bol ponemos los copos de avena, la harina, el azúcar, la levadura y la sal, y removemos. 

2) Añadimos el aceite y el agua. Mezclamos bien.

3) Precalentamos el horno a 180º.
Mientras el horno coge temperatura, vamos cogiendo porciones de masa, hacemos unas bolitas compactas y las depositamos sobre papel vegetal en una bandeja de horno.
Presionamos las bolitas para aplanarlas y darles la forma de galletas. La masa se rompe con facilidad, así que hay que hacerlo con  cuidado y bastante cariño. He descubierto que si las chafas utilizando un poco de papel film se rompen menos y es más fácil y rápido darles forma. Tendré que probar con papel de hornear, cuantos menos plásticos utilicemos, mejor :)

4) Horneamos a 180º durante unos 15 minutos o hasta que las galletas adquieran un color dorado. Lo normal es que salgan para 2 tandas. Cuidado con la segunda, es mejor dejarla unos minutos menos ya que se doran antes.

5) Et voilà! Cuando retiremos las galletas del horno, las dejaremos enfriar sobre una rejilla. A partir de ahí será un comer y no parar :D


Para terminar, se pueden decorar con un poco de chocolate, aunque a mí me parecen perfectas así. De hecho, nunca se lo añado porque probé una vez y me gustan más en esta versión. Así que ahora a probarlas vosotrxs y a contar qué os han parecido.

Espero que os gusten tanto como a mí. 

¡Feliz semana!

lunes, 9 de abril de 2018

Albóndigas vegetales de berenjena

Hoy vuelvo a escribir después de poco más de 2 años y muchos cambios en mi vida. Cuando dejé de escribir fue porque estaba en una época muy intensa de viajes de ida y vuelta a Zaragoza, visitas al hospital, trabajar en cualquier hueco que fuera posible e intentar aprovechar al máximo el tiempo que pudiera con mi abuela... No fue el suficiente, pero nunca hubiera podido serlo. En estos dos años he vivido la marcha de mis dos queridísimos abuelos, uno detrás de otro, como no podía ser de otra manera... Pero cuando unos van marchando, otros van llegando. He pasado de ser nieta a ser mamá, ¡tantos cambios en tantos sentidos! La tristeza y la alegría más absolutas, aunque ya siempre te queda un huequito imposible de llenar en el corazón, un cómo hubiérais disfrutado de verle, y cómo hubieramos disfrutado todos juntos. Ese todos, para mí, ya nunca será.

Y con la maternidad ha llegado el tratar de sacar algo de tiempo para cocinar cositas caseras y ricas, improvisar y hacer nuevas recetas y preparaciones con  los ingredientes de siempre. Aquí os dejo unas albóndigas de berenjena en sustitución de las tradicionales. Ya sea para los lunes sin carne, personas vegetarianas o un día cualquiera.

Ingredientes:
- 2-3 berenjenas
- Soja texturizada (Opcional)
- 1 Huevo
- Pan rallado
- Ajo
- Perejil fresco
- Sal y pimienta negra
- Opcional: Harina

Para la salsa rápida de tomate:
- Tomate triturado
- Laurel

Cocinar las berenjenas en el horno hasta que queden tiernas (en mi mini horno las dejo casi media hora por cada lado). Dejar enfriar, pelarlas y escurrir la carne de la berenjena en un colador, colocando algo de peso encima. Con media hora es suficiente, aunque yo suelo aprovechar cuando cocino la comida y la cena para ir haciendo diferentes partes de la masa. Por ejemplo, mientras preparo la comida he pelado la berenjena y la dejo escurriendo hasta la noche, que paralelizo hacer la cena y dejar lista la masa de las albóndigas. Una vez que está escurrida sólo hay que aplastarla con el tenedor o triturarla con la batidora (me gusta más esta opción) y tendremos el equivalente a lo que sería la carne picada en la preparación de las albóndigas tradicionales. Si se quiere conseguir una textura más parecida a la carne (o una albóndiga más contundente) es el momendo de añadir soja texturizada. Hay que mezclar bien y dejar reposar. La soja absorberá el líquido que queda y quedará bastante compacta, aunque yo le sigo echando un huevo y un poco de pan rallado para acabar de ligar la masa. Cuando la soja se haya hinchado, añadir el ajo picado, una pizca de sal (poquita, no hace falta más con el resto de sabores), pimienta negra, perejil troceado y el huevo, y amasar. Finalmente añadir el pan rallado justo para que la masa quede consistente. Lo ideal es probar a hacer una bolita. Estará lista si no se resquebraja y mantiene la forma. Si no se echa la soja texturizada el proceso sería el mismo, aunque la masa sería más húmeda y haría falta menos huevo y/o más pan rallado. Una vez lista la masa se deja reposar en la nevera un mínimo de 2 horas, si es posible.

Después sólo quedará bolear las albóndigas (darles forma), pasar por harina y freír. La harina es totalmente opcional, en mi casa no solemos hacerlo porque nos gustan más así, quedan menos esponjosas.

¡Y lista la receta! Están ricas para comer directamente así, pero el toque de una salsa también les queda muy bien. En este caso preparé una salsa de tomate rápida: en una sartén con un poco de aceite se echa una lata de tomate triturado y una hoja de laurel, se le va dando vueltas y se deja freír, tapando de vez en cuando. También se puede hacer una salsa más elaborada con cebolla, pimiento, vino blanco...

En la foto podéis ver las dos preparaciones, con soja (primera foto) y sin ella (segunda).






 
Me gusta preparar más cantidad de albóndigas y aprovechar para prepararlas de diferente manera. ¡En guiso con patatas también quedan muy ricas y sabrosas!

Espero que os haya gustado la receta. Si os animáis a probarla, no dudéis en comentar por aquí vuestras impresiones :)

jueves, 5 de marzo de 2015

Quiche de acelga

La acelga es un alimento que está presente en la cesta de la compra la mayor parte del año. Sabemos que es muy buena, pero su sabor... no sé a vosotros, pero para mí no es que sea de mis preferidos. Realmente no es tanto el sabor sino la forma de comerlo, y es que me gusta separar la hoja para utilizarla en otros platos y las pencas... ¿qué hago con las pencas? Tengo que ir ideando cada vez en qué preparación meterlas. Y me alegro de deciros que este plato, la quiche de acelga, ha llegado a mi casa para quedarse :D La verdad es que queda muy rica y la combinación del sabor de la penca con el pimiento y ajo es muy buena.

A continuación la preparación, pero antes, quería compartir con vosotros un proyecto solidario deportivo en el que estoy participando. Tenéis más información aquí, pero básicamente se trata de hacer llegar agua a zonas rurales que todavía no cuentan con ello. A nosotros, que nos gusta cocinar, no nos cuesta nada abrir el grifo del agua y añadirla a la cazuela... Parece mentira que todavía hoy esto no se produzca en algunos lugares. No sólo eso, sino que el agua que ingieren no es potable y acaban apareciendo enfermedades que en algunos casos son mortales. Dentro de toda la pobreza que existe todavía hoy, los proyectos que tratan de proporcionar a los pueblos elementos que van a formar parte de sus herramientas básicas de subsistencia, me parecen muy interesantes. Por eso me animo a compartirlo con vosotros. Esta plataforma une el reto deportivo con el reto de lograr donaciones para causas como la que os acabo de explicar. Aunque no deberían ir necesariamente juntos, el deportista que quiere participar en un evento ha de difundir un proyecto solidario y recaudar fondos. No es lo más cómodo, pero la idea y el objetivo social que hay de fondo son muy buenos :)

Ahora... a la tarea:

Ingredientes
- Pencas de la acelga
- Pimiento rojo
- 2-3 dientes de ajo
- 1/2 Puerro
- Aceite, sal y pimienta

- 1 lámina de masa quebrada o brisa
- 1 bote pequeño de nata
- 2 huevos

OPCIONAL: Leche entera



Preparación

1) Se limpian las pencas y se cortan en cuadrados, repitiendo el mismo proceso con el pimiento y el puerro.

2) Se pone a calentar el aceite y se echa el ajo cortado en dados unos minutos para que suelte su aroma, reservándolos para añadir después. Se refríen los ingredientes anteriores, empezando por las pencas (que tardarán un poco más), añadiendo poco después el pimiento y el ajo, y por último se incorpora el puerro cuando esté casi listo todo lo demás. Dependerá de cómo os guste a cada uno, para mí el punto de la verdura es que esté hecha pero tiesa todavía. En este punto lo dejamos reposar y que quede a temperatura ambiente.

3) Ponemos la masa quebrada en el recipiente que vayamos a utilizar, dándole forma y dando pinchazos con un tenedor para evitar que la masa suba. La metemos en el horno que hemos puesto a precalentar unos 10 minutos antes, y dejamos unos 15 minutos, para que se vaya haciendo.

4) Se baten bien los huevos, se añade el bote de nata y se salpimenta al gusto. Después juntaremos esta masa con las verduras, y rellenaremos la quiche.

5) Se introduce la quice aprox 20 minutos en el horno hasta que la masa cuaje, a 220ºC.

¡Y ya está listo! Se deja reposar un poco y a comer.


Un truquillo es añadir un poco de leche si vemos que nos vamos a quedar cortos con la masa de nata y huevos. También se pueden poner más huevos, pero a mí particularmente me gusta esta proporción. Así, la quiche tiene más sabor al relleno que hemos elegido y no se aprecia tanto el huevo.

¿Qué os parece? Es otra forma de comer la acelga, un alimento saludable que no a todos gusta... En casa solemos dejar lo que sobra de la quiche para el desayuno/almuerzo del día siguiente, y la verdad es que alimenta que da gusto!


miércoles, 18 de febrero de 2015

Crema de borraja

Aprovechando la tortilla de borraja que hicimos el otro día con los tallos de la verdura, aproveché para hacer una crema sana y nutritiva con las hojas que había dejado. Como decía en el otro post, aunque las hojas de la borraja no se suelen aprovechar también se introducen en algunas recetas. Una típica del norte de Aragón son los crespillos, un postre dulce que se hace rebozando la hoja de la borraja. Lo descubrí hace no mucho y tengo pendiente probarlo alún día. Otra opción es hacer una crema de verduras, siempre contando con el toque de sabor que le va a dar la borraja. Esta crema la adapté del blog de Cuchiflitos

Ingredientes (2 personas):
Crema de hojas de borraja
- Hojas de borraja (se puede poner algún tallo si se quiere).
- 1 cebolla mediana.
- 4 zanahorias
- 2 puerros
- 1 patata
- 1 tomate
- 2 ajos
- Leche entera (1 chorro)
- Aceite de oliva y sal

Preparación:
1) Pelamos y cortamos las zanahorias, la cebolla, el puerro y la patata.

2) Sofreímos lo anterior en un poco de aceite, y añadimos las hojas de la borraja después de lavarlas. Las hojas que estén sucias o sean muy bastas se desechan o quedará más basta la crema. De hecho, si no vais a hacer mucha cantidad de crema, las mejores son las más interiores.

3) Añadimos agua justo para que las cubra, tapamos, añadimos el ajo y dejamos cocer durante unos 15 minutos (Según el tamaños de las verduras que hayáis cortado). Luego se destapa para que se evapore parte del agua, se añade el tomate cortado en dados y se cuece unos minutos más, dejando que quede la cantidad suficiente de agua para hacer la crema. Así aprovechamos todos los nutrientes que han quedado en el agua de la cocción.

4) Triturar con la batidora, intentando que quede una crema fina.

5) Probar y ajustar el punto de sal, si es necesario. Añadir un poco de leche y batir de nuevo. Le dará cremosidad.

Combina muy bien con huevo duro, y queda un plato más completo. Y sobre todo, si os gusta aprovechar al máximo los alimentos, este plato es ideal para comer sano a partir de una parte de la borraja que se suele desechar.

¡Espero que os guste! (<- Así me siento de cocinitas :D)